ENTREVISTA | Óscar Iván Muñoz Giraldo, sobre el plebiscito en Colombia: “El país no estaba tan dividido desde hace mucho”

Óscar Iván Muñoz Giraldo, actualmente cursando la maestría de conflicto y paz en la Universidad de Medellín, es un sociólogo graduado de la Universidad de Antioquia y abogado de la Universidad Autónoma latinoamericana. Además, trabaja como docente universitario y contratista para la secretaría de comunicaciones del municipio de Medellín. El abogado y sociólogo ha regalado a Mundo en Contexto un poco de su tiempo, en el que le preguntamos sobre la situación actual en Colombia.
Antes que nada, quería preguntarle su opinión acerca del resultado del plebiscito con el NO, además de la actual respuesta de Santos.
Los resultados de las votaciones del pasado domingo 2 de octubre demostraron que el país, alrededor del tema de los acuerdos de negociación con las FARC, se encuentra dividido. Se reflejó tanto en el resultado (50,21%/49,78%) como en la forma en la que geográficamente se distribuyó. En el centro -a excepción de Bogotá y de Boyacá- votaron los del NO y en la periferia del país, en las zonas donde se dio el conflicto, la gente salió a votar el SÍ. ¿Eso que implicó? Que, efectivamente, se demostrara que hay una división profunda y marcada. Otra cosa es que hubiese sido si el SI o si el NO hubiesen ganado con amplio margen. Si el SÍ hubiese ganado con el mismo margen con el que ganó el NO, creo que hubiésemos estado en la misma situación, pues no habría sido una victoria arrolladora.
"En el centro -a excepción de Bogotá y de Boyacá- votaron los del NO y en la periferia del país, en las zonas donde se dio el conflicto, la gente salió a votar el SÍ"
Estos resultados han mostrado que, efectivamente, ni los del SI, ni los del NO, ni las FARC tenían un plan B para el momento en el que ganara el NO. Cuando el expresidente Uribe se presentaba en diferentes emisoras de radio, siempre dijo que ganaría el SÍ. Esto demuestra cómo los partidarios del NO no estaban preparados para que ganara el NO y los del SÍ creíamos que, simplemente, iba a ganar el SÍ. Mucha gente se confió en las encuestas, pero nadie tuvo en cuenta las consecuencias que podría traer el mal tiempo que trajo el Huracán Matthew y, mucho menos, la consecuencia de una abstención tan alta del 62,59% en todo el país, y de casi el 70% en la zona de la costa, la zona del SÍ.
Efectivamente no hubo una labor de muchos partidos políticos y de Santos en llevar una campaña por el SÍ. En su lugar, muchos colectivos culturales, organizaciones sociales y ONG salieron a realizar la campaña por el SI, con la flaqueza de que muchas de esas instituciones, y de esas entidades, nunca habían llevado una campaña, y, por tanto, no tenían la experiencia ni llegaron al nivel que sí lo habrían hecho los partidos políticos.
"El país no estaba tan dividido desde hace mucho. Había una unidad del país en contra de lo que significaban las FARC, pero con lo del plebiscito, muchos se desmarcaron de ese tipo de sentimiento"
Obviamente, muchos salieron a votar en contra del Gobierno de Santos, otros en contra de las FARC y otros en contra del plebiscito... Se juntaron muchas cosas contra el gobierno de Santos y sus medidas, además de ser, el señor Álvaro Uribe, un zorro político a nivel nacional. Estos resultados de la votación del NO, obviamente, hoy están llevando al país a repensar. A pensar en una unidad de país. El país no estaba tan dividido desde hace mucho. Había una unidad del país en contra de lo que significaban las FARC, pero con lo del plebiscito, muchos se desmarcaron de ese tipo de sentimiento.
Es claro que Santos no era Mandela ni es un Gandhi, por eso le entregó al pueblo la determinación de que trabajaran para promover el sí y hoy vemos los resultados de lo que pasó. Esta votación efectivamente demostró la realidad del país; cómo está el centro, cómo está la periferia, y cómo está la opinión del sentimiento de la gente alrededor de lo que significa el Gobierno de Santos y el proceso de negociación con las FARC y lo que significa las FARC y también la apatía de un 63% de la población que no salió a votar ese día.
"Estos resultados han mostrado que, efectivamente, ni los del SI, ni los del NO, ni las FARC tenían un plan B para el momento en el que ganara el NO"
Ahora bien, la actual respuesta del presidente Santos el mismo domingo en la tarde fue una respuesta contundente: recordándole al país que él estaba a cargo de lo que significan las negociaciones y que él mismo, como jefe de Estado y jefe de Gobierno, iba a generar los espacio salir de este atolladero. El pasado 4 de octubre, se reunió con los empresarios que apoyaban el NO, se reunió con las Iglesias evangélicas cristianas que estaban con el NO, el 5 de octubre se reunió a parte con el expresidente Andrés Pastrana para hablar del NO y con el expresidente Uribe y sus candidatos presidenciables.
Me parece que sentarse a hablar con ellos es muy pertinente y que, efectivamente, la determinación del cese bilateral hasta el día 31 le recordó a mucha gente lo que significa volver a un punto en que haya un cese unilateral o que de pronto se genere, o se active, algún conato de guerra. Le recordó a mucha gente el momento y la condición en la que estamos; hay una guerrilla esperando a que se produzca algo, a que se determine, efectivamente, cuál es su lugar, para dónde van y qué se va a hacer con ellos, dejando el NO un panorama un poco incierto. Entonces, la decisión de Santos respecto a lo que tenía que hacer fue la propia de un mandatario que, efectivamente, lo que quiere buscar es generar una unidad política alrededor de un tema que tenía dividido a una nación.
¿Qué sentimientos despierta en la gente que Santos ganase el Nobel de la Paz?
Es un impulso al proceso y una nueva dinámica de poder en la mesa con los del NO. Igual lo que todos los analistas dicen del espaldarazo internacional al proceso. Se legitima más el proceso y con lo de Juan Carlos Vélez se deslegitima el NO.
"La decisión de Santos respecto a lo que tenía que hacer fue la propia de un mandatario que, efectivamente, lo que quiere buscar es generar una unidad política alrededor de un tema que tenía dividido a una nación"
¿Y la creencia de que, por esa misma razón, deberían dárselo también a las FARC?
No, si la idea es generar unidad alrededor del proceso. El hecho de dárselo a las FARC generaría lo contrario. Además, quien se acercó para iniciar las conversaciones fue el Gobierno, no las FARC.
¿Como abogado y sociólogo, cree que para antes del 31 de octubre se habrá llegado a un nuevo acuerdo?
No hay trazada una hoja de ruta en este momento para saber un estimado de tiempo. La oposición quiere dilatar el proceso, pero la ciudadanía, los jóvenes y los que votaron SI y otros que votaron no, los que están exigiendo con las marchas es que se dé celeridad. Es evidente que muchos de los que votaron NO, no sabían las consecuencias de ese NO, pues no había un plan B ni de unos ni de otros.
¿Cuántos intentos de paz han habido antes de este?
Cada Gobierno hizo acercamientos, pero procesos como tal, los más recientes fueron los de Pastrana y Belisario Betancur.
De estos tres, entonces, ¿hubo alguno que funcionase mejor?
Este ha sido el mejor, pues hay un acuerdo. El punto es que los votantes dijeron NO al acuerdo.
En 1985 también se llegó a un acuerdo con la creación de la Unión Patriótica, ¿no?
Fue al revés, el Gobierno les dijo que se conformaran en partido mientras iban negociando y lo que hicieron fue individualizarlos para matarlos. La UP no fue el producto de un acuerdo, fue un mecanismo para llegar al acuerdo.
¿Por qué, entonces, se les dio la posibilidad de organizarse políticamente?
Porque se creía que así se podía llegar a un pacto final, pero la extrema derecha y las Fuerzas Militares utilizaron el proceso para eliminarlos. Los procesos anteriores, el talón de Aquiles fueron las Fuerzas Armadas, acá ellos estaban en la mesa de diálogo. Así como Pastrana creyó que el camino indicado era el despeje, con Betancur se creía que podían hacer política al tiempo que negociaban.
¿Y no se temió en este actual acuerdo que, en el caso de ganar el SÍ, pudiese volver a ocurrir algo como El Baile Rojo?
Obvio que se iban a incrementar los homicidios y la situación de violencia, pero no creo que se llegara a un exterminio como antes; precisamente porque, esta vez, en la mesa había delegados de las Fuerzas Militares negociando.
Para terminar, quería preguntarle también por la colaboración de Washington en Colombia, ¿a quién apoyaba y de qué modo?
El Gobierno de EE.UU. siempre ha apoyado al Gobierno, iniciativas como "El Plan Colombiano" es un claro ejemplo. Si bien en los inicios no había un apoyo fuerte por destinar las ayudas a combatir el narcotráfico, cuando la guerrilla, para poder mantener su tropa, decidió incursionar en ese negocio, se hizo más decidido el apoyo de EE.UU. Claro está que, con el lobby de Colombia para poder destinar recursos de la lucha contra las drogas al conflicto armado interno. Recordemos que el apoyo de la Casa Blanca, una vez de inicie el posacuerdo, será ya bajo el nombre de "Paz Colombia".